¿Qué pasa con las mariposas?

¿Qué pasa con las mariposas?

¿Qué pasa con las mariposas?

Hay algunas cosas que deberías saber para entender mejor a estos insectos.

El nombre científico de las mariposas es «lepidópteros», mientras que «mariposa» es el nombre común por el que son conocidas en español. Así como a veces se le llama a José «Pepe», aunque su nombre real sea José. Las mariposas son unos de los insectos más exitosos y se encuentran en todo el mundo, incluso en la Antártida.

El ciclo de vida de las mariposas es fascinante. Comienza con una larva u oruga, que se transforma en pupa, un estado intermedio de metamorfosis, y finalmente emerge como la hermosa y colorida mariposa. Su distintiva vistosidad se debe a las miles de pequeñas escamas que cubren sus alas y reflejan la luz en diferentes colores.

Las mariposas tienen receptores gustativos en sus patitas, lo que les ayuda a encontrar plantas para vivir y ubicar alimentos. Las mariposas adultas solo pueden alimentarse de líquidos, principalmente néctar, ya que no pueden masticar sólidos. Además del néctar, algunas mariposas se alimentan de savia y otras incluso pueden absorber carroña en descomposición en busca de azúcares y minerales.

Las mariposas son animales de sangre fría y necesitan una temperatura corporal de alrededor de 29 grados Celsius para volar. No pueden regular su temperatura interna, por lo que dependen en gran medida de la temperatura del aire que las rodea. Cuando la temperatura desciende por debajo de cierto punto, las mariposas se vuelven inmóviles en defensa contra los depredadores.

Una vez que una mariposa emerge de su pupa, debe expandir sus alas y dejar que su cuerpo se seque y se endurezca antes de volar por primera vez. La mayoría de las mariposas viven solo unas pocas semanas, durante las cuales se dedican principalmente a alimentarse y aparearse. Algunas especies pueden vivir más tiempo, como las monarcas que pueden vivir hasta nueve meses.

Las mariposas tienen una buena vista y pueden ver una gama de colores ultravioleta que el ojo humano no puede percibir. Emplean diversos métodos de defensa, como el camuflaje o colores brillantes que advierten a los depredadores de su posible toxicidad.

En resumen, cada vez que veas una bella mariposa, recuerda que alguna vez fue una humilde oruga y que no necesitó cirugía ni un milagro para transformarse en algo tan hermoso.

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